¿Cuántas sorpresas puede la vida entregarte?
¿Cuánto amor puede una persona darte?
¿O una impresión causarte?
Si veo las hojas caer, o el viento soplar
¿En qué más puedo pensar?
Si mi alma vaga rigurosamente a costillas tuyas
No me puedo engañar, cuando la música resuena al compás
Y nada más puedo creer que estás aquí, junto a mí.
Si oigo el césped crujir bajo mis pies
No hay más en mi mente que aquél miércoles
Donde el frío se volvió calor, y el calor nuestro interior
Porque convertiste rosa mi espina,
Y mar las olas.
Pero es el tiempo que nos retiene
Nos seduce, y al pasado nos vuelve inmune.
Escuchamos la campana resonar,
Y el amor comienza a nuestro barco abordar.
¿Y qué se le puede decir a los latidos?
No puedo decirles que sin ti es igual de dichoso
Si el corazón es una melodía que pocos saben interpretar
¿Y cómo puedes vivir lejos de mí, cuando esta canción tu nombre nada más puede abarcar?
Ah, ¿por qué es tan complicado divulgar este sentir?
Tan profundo, como tu mirada que puede en un segundo a mi ser derretir.
Ay, sácame de esta agonía
¿Cómo puedo continuar así?
NI SIQUIERA UN TE AMO PUEDE EXPRESAR ESTA EMOCIÓN TAN CURSI.
¿Se puede expresar en simples palabras lo que te llena cada rincón de tu ser?
Te suplico, jamás te alejes
¿Qué más da lo que digan?
Si este es nuestro presente, y nuestro placer.
¿Puede la vida compensar todo este amor?
Quédate, y nada faltará
Seré libre como el viento, y unida a ti como el aire
Seré voz, si no quieres hablar, ¿qué más da?
Si puedo vivir una eternidad, ¿para qué la quiero si es sin ti?
Dame aunque sea un minuto, déjame regocijar mis aires ahogados por lo que me has causado.
Que yo puedo vivir cien años amándote, y otros cien viviendo por ti.

No hay comentarios:
Publicar un comentario