La falta de consecuencia en nuestra vida diaria se da en
muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, ya que la mayoría de la población del
planeta tierra, suele contra decirse mediante sus acciones, cuando realmente
tienen otro tipo de visión de algún respectivo tema u persona.
Si bien, muchos tenemos nuestros propios ideales,
reflexiones y/o pensamientos sobre lo que cargamos como por vida, somos como
las matemáticas con triángulos incongruentes, no llegamos a realizar más allá
del pensamiento, solemos seguir a ésta manada llamada “sociedad”, haciendo que
nuestras visiones, sean totalmente opacadas por ésta errónea idea de encajar en ella.
Sin embargo, no quiero sonar amargada, ni un tanto
disgustada por como es nuestra vida como ciudadanos, pues todos escogemos ser
como queramos y acudir a lo que nos sea necesario para vivir. No digo que esté
mal, pero, ¿es necesario dejar de lado nuestro propio ser? Hemos ignorado
nuestros ideales como personas, callar nuestro lenguaje articulado, donde
podrían llover centenares de ideales, o cambios que se podrían hacer para vivir
mejor. No obstante, preferimos mantener silencio, ser sigilosos como el viento
y continuar el rumbo sin articular siquiera una palabra, aun sí no pensamos de
la misma manera de los que nos rodean.
Ahora, me pregunto, ¿qué somos realmente?, ¿qué es lo que
realmente amamos de por sí? Si para ser francos, todo lo que decimos amar, lo
ocultamos o nos protegemos de ellos como si fuesen misiles contra nuestro
cuerpo sin armadura. Incluso en ciertas ocasiones me resulta un tanto
desconcertante cuando a mis 16 años de edad, alguien pueda pronunciar con tanta
seguridad en sí mismos que están enamorados de una. Puesto que, he oído en
reiteradas veces que aman la lluvia, sin embargo, ¿por qué se protegen de ésta?
Si tan abiertamente dicen amar una cosa, no existe peor inconsecuencia que
mostrar lo contrario y es que después nuestras propias palabras se vuelven de
poca credibilidad para el resto, si mantenemos éste tipo de correspondiente
falta de lógica en nuestras propias ideas y/o pensamientos. Ciertamente, es por
aquella razón que me da tanto temor el hecho de que alguien pueda venir como un
suspiro y me susurre al oído que me ama, cuando anteriormente ya cometió todas
éstas acciones totalmente irracionales, con falta de consecuencia.
Pero, no quiere decir que yo no haya cometido estos mismos
errores, pues soy humana, y a mi corta edad muy pocas veces me centré en la
idea de lo que estaba haciendo, por que si bien me doy cuenta que desde
pequeños nos enseñan a seguir el rebaño, como si fuésemos ovejas dirigidas a un
determinado establo y realmente creo que eso nos limita a que cometamos éstas
imparables inconsistencias en nuestra vida de por sí.
¿Es la inconsecuencia evitable? En sí, puede ser, pero la
verdad es que nosotros como personas, hemos dejado de serlo, pues las personas
son por definición, seres con mente propia, es por eso que en tantas ocasiones
pienso y reflexiono ¿somos realmente personas? Sino ¿qué somos? Pues si piensan
un poco, si las personas de por sí, son seres con mente propia, ya de manera
automática nos desprendemos de aquél significado que tanto argumentamos hoy en
día. ¿A qué me refiero con que nos desprendemos del significado? Como dije con
anterioridad, somos una simple pieza de un centenar de máquinas, no llegamos a
ser importantes, y pasamos a ser parte de la máquina en vez de ser quienes
hacemos funcionar el objeto, pues actuamos como bebés, al sólo fijar nuestra
mirada en el que se ubica delante de nosotros, para poder imitar las acciones
que comete éste otro. Es por eso que la política en si mismo no ha
evolucionado, pues nuestras ideas quedan en eso, simples pensamientos vagos que
corren por nuestra mente perdidos en su totalidad. Nuestras acciones pasan a
ser la imitación de nuestro antepasado, y así sucesivamente, es por eso que no
ha habido cambios algunos, ¿qué sacamos con criticar? Si al final de cuentas
nunca lograremos hacer que cambien las cosas, si seguimos con la estúpida
monotonía de seguir al resto, en vez de ser uno mismo y realizar nuestra propia
mente.
¿Qué es la inconsecuencia en sí, para mí? Es el limitante
a nuestras acciones, la pared que detiene todas nuestras ideas y que no deja
volar al ave dentro de nuestra mente, es ésta pequeña pero poderosa fuerza que
nos detiene a realizar todo lo que alguna vez soñamos o simplemente imaginamos
dentro de nuestro ser, ésas ideas locas, esas ocurrencias vagas que podrían ser
simples ahogos de la sociedad si llegásemos a concretar. Es por eso que nos
hemos convertido en simples inconsecuencias con pies, tan sólo pensamos y nos
quejamos de nuestro alrededor, pero simplemente no hacemos nada para poder
realizar algo que pueda mejorar nuestra propia percepción de lo que es la vida.
Por lo tanto es obvio que el resto de nuestra manada se vea tan derrotada en
tantos aspectos, si todos nos hemos convertido en simples clones de nuestros
antepasados. No nos podríamos diferenciar, aun si nuestro color de cabello, tez
de piel y ojos sea diferente, nuestras acciones hacen que nos guarden de manera
tan brutal en una misma bolsa, que simplemente por eso es que existen éstas
personas sufridas por las calles, argumentando a plena voz que todos somos
iguales, iguales de ingratos e insensibles ¿y cómo no? Si somos reprimidos por
sobre todo lo que nos rodea, y nos encaja en un paquete al cual no deberíamos
permanecer, pero seguimos ahí en silencio, sin articular ninguna palabra, pues
hemos aprendido a callar y hacer, en vez de pensar y realizar.
¿Algún día será todo diferente?

No hay comentarios:
Publicar un comentario