sábado, 8 de septiembre de 2012

Confusión.~

Hacía frío, tanto que las yemas de mis dedos parecían de estos extraños productos congelantes que mis padres usan por que no hay nada más para cocinar. Era en ocasiones gracioso palpar aquella piel áspera por el inminente frío, me perdía en su textura, mientras tanto pensaba. En la mayoría de los casos, con tales fríos que pareciesen como los del polo norte, no solía pensar más allá de que quería acurrucarme en mi cama, o simplemente huír a un calentador, sin embargo, el frío era lo que menos rondaba por mi mente... Sólo seguía palpando la textura de mi piel, hundida en mi asiento, donde de a poco sentía que me derretía en él.
Son muy pocos los casos en los que me veía sumida en la nada, donde los sonidos ambientales eran mudos, y cualquier movimiento pareciera una ilusión óptica. Es que aún podía divisarme como un frío mármol en aquella vereda de ese día... No sabía qué contestar, siquiera qué pensar, era un vacío que en el momento no pude llenar.

"Ambos nos encontrábamos caminando como siempre, riendo, como jugueteando por doquier como dos querubínes sin preocupación alguna. Nos detuvimos por un momento, llenos de risa, lo abracé como de costumbre, pero, algo inusual pude escuchar, su corazón, parecía una revolución de sonidos abrumador, tan agitado como una revuelta estudiantil que no se llevó a fin hace tanto tiempo.
Lo miré, aún con la sonrisa dibujada en el rostro. -Hey, tu corazón parece una batería, deberías ser baterista haha- 
Él me observa también con una sonrisa, devolviéndome el abrazo para apoyar mi cabeza más a su pecho. -Tú me provocas eso haha-
Me sorprendí al sentir su abrazo como al escuchar aquellas palabras. Traté de no sonar sorprendida, por lo que tan sólo acoté. -Entonces, si yo te produzco estas taquicardias tan monstruosas, ¿qué pasaría cuando nuestros caminos sean diferentes?-
Él incrusta su mirada en la mía, coloca una mueca divertida de tristeza, añadiendo -¡NO! Voy a morir.- A lo que inmediatamente, me abraza con aún más fuerza, para susurrarme al oído con delicadeza. -Pero, no tengo planeado morir aún, porque no está en mi separarme de ti-"


¿Cómo se puede reaccionar a algo así? Pensaba mientras la madera del asiento sostenía mi pesado cuerpo que no hacía ningún esfuerzo por mantenerse en él. Aún con tanto frío, podía llegar a sentir que mis pensamientos hacían un enorme esfuerzo para asimilarse al calor del sol en el verano. Me derretía, definitivamente, podía sentir cómo mi mente se amontonaba con sentimientos, como el hielo llena el vaso al fundirse por el calor.
Suspiré hacía mis adentros, sabía que en el momento en el cual el sonido que emitía el timbre llegase, yo iba a tener que volverlo a ver. En ocasiones lo sentía como una desgracia, como a la vez una fortuna, quería verlo desesperadamente, como también sentía que lo único que quería era huir de aquél lugar, sólo desaparecer y ser el humo de un cigarro al ser exhalado de la boca. 

Los nervios se apoderaban de mi ser, el frío era verdaderamente lo último en lo cual mi cuerpo en ese momento se fijaría. Mis dedos estaban descontrolados, simplemente se acariciaban entre sí, sosteniendo un ritmo de desesperación y angustia en aquél momento. 
En la situación de trance en la cual yo me encontraba, oí un sonido que provenía de mi pulgar, el anillo. Entonces recordé, que por otra parte estaba él, suspiré nuevamente, pudiendo sentir cómo me ahogaba con mis angustias. 
"Soy una tonta" Pensé, realmente me estaba envolviendo en una situación que no correspondía... Pero, ¿qué podía hacer? Son situaciones totalmente, y ciegamente distintas... Aun así... ¿Por qué no puedo dejar de hundirme más en esta confusión? Respuesta, que tal vez el tiempo dirá, o que un simple timbre dictará. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario