La capacidad de amar se vuelve un tormento al recuerdo persistente de quien permanece constante en el diario vivir, se torna abrumador sentir que conociste y ya no conocer, a un espíritu pasado bañado en amor.
Indecisa y confusa en la totalidad del tiempo, sin un rumbo cierto, la soledad gobierna el alma que va en busca del condimento que pueda darle el toque final a la vida.
Tomamos malas decisiones, quebrantamos sentimientos, por el simple fin de desvanecer aquel angustioso sentir.
Los días pasan, el hueco del pecho grita con euforia por un poco de ayuda, una compasión, tal vez una simple mirada bastaría para que aquella tristeza se esfume como un truco de magia, o como la neblina que parece eterna, y que con paciencia se vuelve a la claridad.
Si tuviera aunque sea algo de paciencia, probablemente no estaría así.. Lo más cierto es que no estaríamos así, ¿no crees? Tú tan angustiado, y tan desesperado. Y yo tan asustada, con esas ligeras, pero intensas ganas de revivir la adrenalina de mis piernas, para salir huyendo de aquí, y tan sólo... No mirar hacia atrás.
Respiro la brisa, acobijándome en su esencia, dejando que me traslade tal vez a una dimensión lejana, donde flotar no era una fantasía desquiciada, o simplemente un abrir y cerrar de ojos de los sueños. Inhalaba cada perímetro de energía, cada alegría, cada melancolía libre en las partículas del aire, un recuerdo, una sonrisa, una lágrima, hasta lo inimaginable, que por una extraña razón me relaja.
Sin embargo, ¿se puede evitar para siempre la realidad?, ¿puedo estar fundida en una ilusión de lo que el pasado puede llegar a entregar? Y es que si me despierto, cuánto podría llegar a doler una memoria tan sencilla... Tan sólo quiero tomar un respiro de lo que todo esto significa, no quiero tomar decisiones, no aún.. Siento más peso de lo que debería de soportar, ¿es acaso eso normal o usual? Y es que no me gusta la sensación de sentirme tan rodeada de exageraciones de mi mente por sentimientos tan absurdos como estos...
Tengo miedo, lo acepto.. ¿Miedo de qué? Es lo que me preguntan, y lo que me pregunto.. Mi vida simplemente es un desastre, más que el de un laberinto sin salida, siento que me intoxico en mis propios pensamientos, en mis dudas, en mis sentimientos, de sólo darme cuenta de lo que podría llegar a pasar si hago esto o aquello.. Me intoxico en ti, en mi, en este cuarto cerrado que no sirve más para darme el veneno puertas al infierno, que me arrastra sin piedad por sus suelos, llenándome de artimañas, y confusiones.
Cómo me encantaría poder desvanecerme como la arena en el viento, tan sólo olvidar todas aquellas tentaciones que queman como el fuego, pasiones carnales dolorosas que se incrustan como el pecado en el alma, como el diablo en la oscuridad.
Olvidar tan simple como dejar de pensar en lo que hace que mi espíritu se ahogue en un mar de sentimientos revueltos en dudas existenciales y pasionales..
Sin embargo, hay sensaciones que nunca se marchan, personas que no dejan ser lo que fueron, y que sólo marcan el paso fantasmal del retorno al infierno.

