Buenas
tardes..-
Buenas
tardes señorita.-
¿Cómo
estás? ¿Dónde has estado?-
Aquí,
dentro de ti, ¿qué no sientes?-
Es que te
he sentido tan ausente últimamente.-
¿Ausente?
¿Será cubierto por el amor ciego que te abruma?-
No lo sé..
No digas tonterías.-
¡Vamos!,
Dime la verdad, no te engañes.-
¿Qué
quieres oír de mí? Siento éstos pensamientos dentro de mi mente, que me
acongojan, me ventilan como él lo hace cada día con solo su presencia.-
¡AH! ¿él?,
¿Pasamos a confesar a un ente que domina tu mente?-
¿Un ente?
Oh, ojalá si no estuviese en mi mente y en mis constantes sentimientos. Me
siento desprotegida con su energía en mi recuerdo inexistente, que yace a
distancia.-
¿Es por
eso que me has llamado con tanta urgencia? ¿Te tiene tan acongojada éste sentimiento?
¿No me vas a decir ahora que es algo nuevo para ti?.-
Para nada,
debo confesar, que soy una pecadora sin más. Con el corazón abierto y sin
arrepentimientos y lleno de sentimientos por entregar. Pero, pequeño, ¿qué
sucede? Esto no es habitual, en mí no es algo usual. Él es de otro mundo, un
misterio de Dios, o tal vez del Diablo, no sé quién es.-
¿DE QUÉ
ESTÁS HABLANDO MUJER?, ¿Es que acaso tu locura te ha cegado la cordura en el
amor?, estás delirando, por el amor de Dios.-
Estoy
delirando sueños sin un comando que dirija esto sin sentido. Estos pensamientos
que me abruman día y noche. No sé quién es, sin embargo, no puedo evitar que mi
corazón se vuelva desquiciado por su esencia tan exquisita. Tantos
misterios, tal vez falsedades, pero ésto que llevo me está llenando de dulzura
y dolor.-
Se nota mi
ausencia en tus principios, querida. ¿Es que te has salido de tus cabales? El
amor es así, tan alocado, sin un capitán que dirija el rumbo, llevándote hasta
el fin del mundo sin un motivo o razón. No obstante, ¿qué es eso de que no
sabes quién es?-
¡Ni
siquiera sé quién rayos soy! ¿Quién soy para prometerle estos sentimientos tan
absurdos? Me he dejado llevar por algo que no existe, y tal vez nunca existirá,
pero parece una pasión que me corroe día y noche. Es una pasión intensa hacia a
él, un ente del cielo que no tiene origen, ni pasado, sólo un presente y tal
vez un futuro que desconozco completamente. AH, cómo me encanta, pero como odio
tenerlo tan lejos de mí, sin poder decirle todo lo que siento.-
No necesitas
conocer más allá, pues si aquél desconocido te hace feliz, y mantiene tu
corazón en su línea, no hay del por qué preocuparse.-
¡OH! Pero,
¿qué cosas dices? Yo jamás podré ser alguien para él, su belleza es
incomparable con el número de estrellas en el universo. Ni que fuera yo la gran
cosa, más que una ventisca rozando su piel, ¡si tengo la suerte de ello! Ah,
cómo lo quiero... Y a la vez tengo tanto miedo.-
¿Desde
cuándo que vives con miedo? Reitero que mi presencia hace falta en tí, estás
cada día más débil ante esto, el corazón es libre de volar como mariposa, pero
querida niña, no te poses en flor en flor.-
¿Me llamas
promiscua? ¿CÓMO OSAS A DECIR ALGO ASÍ? Oh, si bien he pecado en reiteradas
ocasiones, sin embargo, ¿qué quieres que haga? Mi corazón es débil ante
esencias como las de él. Tan perfecto y misterioso, mientras que yo, tan tarada
y desesperada. Como quisiera su felicidad junto a la mía, aunque SERÍA UNA
ILUSA PENSAR EN ESO. Es un ángel, y yo una simple mortal, ¿cómo soñar con
simple estupidez?-
Estupidez
es lo que tú estás diciendo MUJER, estás completamente fuera de tus cabales. No
debes de temer, que el amor es impredecible como la ventisca en el atardecer.
No preocupes, ni exaltes querida mía, siempre habrá miedo, pero si no se intenta,
no ganarás absolutamente nada.-
Oh,
querido mío, vuelve a mi ser, deja de vagar por los espacios infinitos, y
vuelve a darme cordura, que creo que me han robado la pizca de sentido que
tenía. ¿Cómo dejar de quererlo? Su presencia alegra mis días, y por simple
miedo, lo he alejado de mí, OH, qué estúpida soy, no sé cómo manejar éstas
situaciones. Por favor, vuelve a mí, y acaba con mi agonía.-
Estás
delirando, tú me has dejado ir por la sinceridad que he inculcado en tí. Por
favor, vuelve en ti, y no digas boberías como tales, sabes bien que me has
liberado, ya no puedo volver. Mas puedo darte mi compañía y consejo, pero
seguirás sintiendo lo mismo.-
AH, ¿ésta
agonía será eterna? No puedo creer en ello, y es que jamás sentí algo así. La
tristeza embarga mi alma, lo necesito para darme calma, y su sonrisa para darle
simpatía a mi corazón. Oh, querido mío, ¿no te das cuentas que aunque no te
vea, no te escuche y no te sienta, sueño con tu calor las 24 hrs del día?
Me he
vuelto loca por tu mera culpa, y ya no sé qué hacer, no podré entregarte lo que
anhelaría hacer. OH MI TRISTE AGONÍA, cómo te quiero, y extraño amado mío,
pero, ¿qué puedo hacer más que callar? Cuando sé que el amor entre los dos no
es más que niebla cubriendo nuestros ojos.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario